En este enclave atroz del neoliberalismo despiadado actual, no resulta difícil toparse con la actitud melancolizante del intelectual… […] ¿Qué pasa del lado del teatro latinoamericano actual? ¿Responde también a una posición melancólica? […] Y en la medida en que todo este panorama que vivimos es sin duda tan sombrío y crepuscular como nos lo describen, algunos teatristas hoy, rechazando sumarse a la actitud apocalíptica y melancolizante, se empecinan en apelar al sujeto, en escuchar eso insensato y singular que lo marca, eso inapropiable para los dispositivos de poder, ese coágulo del que Eduardo Pavlovsky partía en su dramaturgia y que, vociferando en la escena social, había que éticamente transportar a la escena teatral. Ese coágulo es justamente lo que testimonia del sujeto y lo que escapa a los controles panópticos. Muchos teatristas actuales se inscriben así en otra serie, diferente a la de los melancólicos y, por cierto más riesgosa, en la que se yerguen otros modelos de lucha, de texto y de escritura.
Fragmentos de mi ensayo ““El bifurcado camino de la melancolía: La civilización del espectáculo y el futuro del teatro latinoamericano”. In Encinas, Percy. Puesta en Escena y otros problemas de teatro. Lima, Perú: AIBAL, 2017. 73-111