Ilustración de tapa: Marina Rothberg, La sin nombre, aguafuerte, aguatinta, 25 x 60 cm, 2010.

¿Cómo se puede definir una política de los cuerpos? ¿De qué manera cada cuerpo, en su singularidad, se vuelve político? ¿Es posible relacionar estética y política? Los trabajos de investigación que se incluyen en este volumen pretenden dar una respuesta a estas preguntas, interpretando el pensamiento no pensado que emerge en los materiales del corpus de trabajo seleccionado (textos literarios, historietas, filmes, obras de arte audiovisuales de diversa índole). Sin embargo, hay un presupuesto general que permite trazar la lógica de este recorrido que articula artes, literatura, cuerpos, política y estética. Existe un reparto de lo sensible (de lo perceptible, de lo imaginable, de lo decible y de lo escribible) que, desarmando los binarismos y jerarquías naturalizados característicos de nuestra cultura, pone en acto la equivalencia de todos los cuerpos y los recupera en su materialidad haciéndolos simbolizables, en tanto cuerpos existentes que merecen ser cuidados, respetados y valorados en su diferencia. En este sentido, la estética cobra la figura de una política de la vida y no sobre la vida que pone en un plano de igualdad todos los cuerpos con su singularidad.

How can be defined a bodies politics? How can each body's singularity become political? Can aesthetics and politics be related? The research works included in this volume try an answer these questions, giving an interpretation of the unthought thought that surfaces in the material of the selected works from the artistic corpus (literary writtings, comics, films and other audiovisual works).  However, there is a consensus that allows us to follow  the logic of this path that articulates arts, literature, bodies, politics and aesthetics. There is a distribution of the sensible (of the perceptible, the imaginable, of what is determinable and writable) that, disassembles the typical binarisms and naturalized hierarchies of our culture, puts in movement the equivalence of all bodies and recovers their materiality making them symbolizable, as existing bodies that deserve to be cared for, respected and appraised in their difference. In this sense, aesthetics takes on the shape of a politics of life and not on life that puts all bodies on the same level with their singularity.