Vol. I Edición No. 2
Dentro de las llamadas escrituras del yo los diarios íntimos o personales materializan en la escritura un soliloquio, un monólogo interior o una especie de carta destinada a sí mismo o a la entidad absolutamente especular que surge, a veces en la forma de una segunda persona, simultáneamente con el quehacer discursivo. El interrogante, válido en este caso, está dirigido hacia el posible receptor de ese discurso que, en primera instancia, es el propio productor. Una emisión, se puede decir, del yo hacia el sí mismo que construye una brecha, una distancia no perceptible en la experiencia cotidiana que, además de re ...